viernes, julio 6

El arte de la mentira (y la traición)


       Nuestro mundo nos guste o no, se mueve en parte, condicionado por la mentira. Los mismos animales son capaces de desarrollar mecanismos que los hacen más fieros o más peligrosos de lo que en realidad son. El terrible juego de la vida, la lucha despiadada por no dejar de existir, ... todo lo justifica.




Sueño en la infancia
    He querido recordar por qué yo también alguna vez empecé a mentir. He tenido que sumergirme en esa telaraña nebulosa que se forma en nuestra mente con los recuerdos. He hallado uno, tal vez no será el primero, pero sí uno muy importante para mí. Había ido con mi familia a uno de esos merenderos campestres, referentes dominicales en mi lejana infancia. Se habían empeñado en que probara la perdiz, no me hacía gracia y menos aún cuando vi el plato. En un descuido paternal, el alimento fue a parar a la boca de uno de los chuchos que merodaban. Recuerdo el sentimiento de culpa que me rondó durante algún tiempo y la confesión final.
  La mentira se puede convertir en esa compañera incómoda que nos atormenta, que nos queremos sacudir pero que se aferra a nuestra mente y nos aprisiona. 



Soledad entre muchos...
         De alguna manera nos convierte en su esclavo. Pensemos que entre la primera y la segunda hay un abismo incalculable en el que caemos. Siempre el mito de la primera vez que nos determina tantas veces: primer beso, primer amor, primer deseo, primera comunión, primer hijo, ... primera mentira. Con ella abrimos un portón para algo totalmente novedoso en nuestra vida, perdemos la inocencia. Y no olvidemos que toda mentira implica alguien engañado. El otro. La mentira nos convierte en una especie de forajidos, de bandoleros de la palabra y de los hechos.. Ya nada es lo mismo, todo cambia.



Aquellos ojos verdes...
   Tenemos una tendencia a sacralizar la mentira y a identificarla con algunos rasgos, ejemplo esta canción tradicional que la identifica con unos determinados colores  de los ojos, ¿exaltación de la belleza? ¿erotismo? o simplemente, ¿gusto por lo prohibido?

...ojos verdes son traidores,
azules son mentideiros,
los negros y acastañados
son firmes e verdadeiros,...

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