jueves, noviembre 15

David Hockney, su paisaje


'Nichols Canyon', de 1980
     En cierta ocasión visité un museo en una ciudad a la que todos acudimos deslumbrándonos por el mínimo detalle. Tuve la ilusión de comprar unas láminas para tener en mi estudio un recuerdo mágico de ese viaje. Una la tenía fácil, Picasso. La otra, la tuve que seleccionar entre una selva de colores, retratos, figuras, conceptos, nombres, tendencias, ... pero apareció una lámina que me sedujo y un nombre que me era totalmente desconocido:
                                                                 David Hockney