No conozco un solo docente que no se plantee constantemente si la labor que realiza, tendrá alguna continuidad. En muchas ocasiones, creo que te envuelve una extraña sensación de que tu labor no va mucho más allá de la clase que termina con el ruido, poco agradable, de un timbre.
Afortunadamente, en ocasiones, no es así y recibes un correo en alguna de tus cuentas ya casi olvidada:
"Me acordé de usted el día de la presentación, si todavía no se lo han contado, se lo digo yo misma: Cuando me preguntaron ¿De dónde surgió la idea de escribir este libro?
Mi respuesta fue: